Después de dos años más de medidas cautelares, la asociación de vecinos Amics del Carme consideró ayer que «ya está bien de esta situación, hay que declarar las medidas definitivas contra el ruido en el barrio».

La última gota ha sido la recogida de firmas por parte de los vecinos de una plaza, aunque también se tomará idéntica postura en otra cercana. El motivo es común y pasa por la proliferación del botellón, que deja un reguero de suciedad, orines y botellas rotas que siguen a primera hora de la mañana.

El Consistorio aprobó unas medidas cautelares para reducir el tráfico en febrero de 2013. Restricciones de tráfico en horario nocturno, así como inspecciones y controles, junto con la prohibición de determinadas actividades en las calles. Una reducción del horario muy suave para los locales de ocio, así como limitaciones más fuertes para las llamadas tiendas de conveniencia.

Después se modificó a la baja el horario de las dos discotecas que funcionan en la zona, que pasaron de cerrar de las siete de la mañana a las cuatro y media de la madrugada los fines de semana. Esto originó un recurso de la Federación de Hostelería que perdieron y que ahora seguirán como apelación, al entender que se ha producido una vulneración de los derechos de los propietarios al no respetarse el procedimiento obligado en las medidas cautelares, que pasaba por debatirlo antes en la mesa de trabajo con el sector.

En todo caso, fuentes vecinales indicaron que «la situación no ha mejorado lo más mínimo». Los horarios de las terrazas «siguen sin cumplirse», lo mismo que ocurre con las restricciones de tráfico, donde la Policía Local solía echar mano de condenados a trabajos en favor de la comunidad, para que estuvieran delante de las barreras e informaran a los conductores de la prohibición de paso salvo los residentes.

La concejala de Medio Ambiente, Pilar Soriano, avanzó recientemente como publicó LAS PROVINCIAS la intención de revisar con los colectivos afectados (empresarios de ocio y vecinos) la declaración de zona acústicamente saturada de la plaza de Xúquer y la zona de la antigua discoteca Woody.

A esta revisión quiere la asociación Amics del Carme que se sume el único barrio del centro histórico que se encuadra en la misma clasificación, aunque sólo con medidas cautelares. En teoría falta sólo decidir si se reduce media hora el horario de las terrazas, aunque eso fue en el mandato anterior dado que con las definitivas se vuelve a abrir el debate sobre la mejor manera de combatir los ruidos nocturnos.

Las mismas fuentes comentaron que «sólo con el cumplimiento de los horarios ya sería un paso adelante». Pese a la pérdida de protagonismo en favor de Ruzafa, el barrio del Carmen sigue siendo una de las zonas de ocio predilectas de Valencia para miles de personas. La trama urbana, repleta de callejones y rincones, hace que muchas de estas vías se conviertan en urinarios y la hagan intransitable un día de calor.

 

FUENTE: LAS PROVINCIAS

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