Valencia también prohíbe poner música en la playa (tales como radios o altavoces particulares) y regula el horario de las campanas.
El Pleno del Ayuntamiento aprobó ayer jueves 23 de febrero, con los votos a favor del equipo de gobierno y la abstención de la oposición, la nueva ordenanza de protección contra la contaminación acústica que sustituye la de 2008 y que modifica 40 artículos, 5 anexos y una disposición transitoria del texto actualmente en vigor. La nueva ordenanza, que recoge muchas de las demandas realizadas por el vecindario y varias entidades sociales y empresariales, introduce, entre otros, la obligatoriedad de que las actuaciones musicales en la vía pública o en los locales especializados dispongan de un limitador registrador para controlar los niveles de ruido así como la posible exigencia de un estudio acústico previo a la autorización de mesas y sillas en las terrazas.
La nueva ordenanza recoge muchas de las demandas realizadas por el vecindario y varias entidades sociales y empresariales. El concejal de Calidad Acústica y del Aire, Giuseppe Grezzi, afirma que “las aportaciones realizadas por entidades vecinales han tenido un especial peso en el conjunto de las alegaciones y son una muestra del dinamismo y la creciente representatividad en el análisis y resolución de los asuntos de su ámbito”.
Grezzi destaca entre las novedades de la nueva ordenanza la revisión de la regulación de las zonas acústicamente saturadas con una mayor participación vecinal y de las entidades afectadas, entre ellas la hostelería, y valora que “se han mejorado muchos aspectos técnicos y cuestiones que precisaban ser concretadas para gestionar mejor el ruido en la ciudad”.
El concejal agradece también “el gran trabajo realizado por todas las entidades y el equipo técnico municipal para poder disponer de una normativa efectiva, real y eficaz que dé respuesta a las necesidades de la ciudadanía en materia de descanso y posibilite la normal actividad de una ciudad que también debe ser y quiere ser sostenible y agradable en materia acústica y ambiental”. Para Grezzi, “Valencia tendrá una normativa actualizada, que será el apoyo legal necesario e imprescindible para seguir avanzando en las mejoras de las condiciones de calidad acústica que ya se están comprobando desde hace tiempo”.
NOVEDADES DE LA ORDENANZA:
Tal y como ya adelantó La Vanguardia en Ni gritos ni tocar música alta: ¿Qué no puedes hacer en casa en València por la noche? (lavanguardia.com), entre las novedades de la ordenanza destaca el artículo 25, que establece que, en el interior de las casas, «la producción de ruidos y vibraciones por encima de los límites que exige la convivencia urbana tendrán la consideración de actividades domésticas o comportamientos no tolerables». En particular se establece que «se consideran actividades no tolerables» acciones como «gritar, vociferar o emplear un tono excesivamente alto de la voz humana o la actividad directa de las personas, movimiento de muebles y/o enseres, etc». Entra dentro de esta categoría usar aparatos e instrumentos musicales o acústicos, radio, televisión, cuando causen molestias.
Asimismo, se considera una actividad no tolerable «usar electrodomésticos o maquinaria susceptibles de producir ruidos» molestos; se pone el ejemplo de un taladro. Por último, se añade también «la posesión de animales sin adoptar las medidas necesarias para evitar que los ruidos producidos por éstos ocasionen molestias a los vecinos». El texto subraya que se consideran «especialmente gravosos» estos comportamientos cuando tengan lugar entre las 22.00 y las 8.00 horas.
Además, la ordenanza añade que «queda prohibida la realización de deslizamientos de muebles, traslado de enseres, trabajos, reparaciones, reformas y otras actividades domésticas susceptibles de producir molestias por ruidos y vibraciones en horario nocturno, de domingo a jueves de 22.00 a 08.00 horas, y en viernes, sábado y vísperas de festivos de 22.00 a 09.30 horas del día siguiente, salvo las estrictamente necesarias por razones de urgencia debidamente justificadas o que dispongan de la debida autorización».
En la nueva ordenanza está también la introducción de la obligatoriedad de que las actuaciones musicales en la vía pública o en los locales especializados dispongan de un limitador registrador, que permitirá un mejor control de los niveles de ruido. También se introduce la posibilidad de exigencia de un estudio acústico previo a la autorización de mesas y sillas en las terrazas.
Igualmente, se modifica el artículo 59 que hace referencia a las actividades de artes escénicas que puedan generarse en edificios residenciales como una excepción a las prohibiciones existentes en esta materia, lo que constituye una reivindicación histórica del sector teatral.
Además, se introduce una modificación en el artículo 60 que pide una distancia de 30 metros entre locales sujetos a la normativa de espectáculos públicos como medida preventiva para evitar la acumulación de espacios de características parecidas en zonas de la ciudad que puedan estar potencialmente saturadas.
También se han introducido modificaciones en materia de toques de campana y relojes, a las que se dedica un capítulo y un anexo, y que han sido abordadas con el Arzobispado de Valencia.
Por último, también se introduce un nuevo capítulo específico sobre ruido en las playas, y una sección para el control del ruido en los espacios naturales protegidos. En las playas, uno de los artículos de la ordenanza recoge que la megafonía de los servicios, kioscos o locales “se utilizará de manera adecuada y respetuosa tanto en el volumen como en la frecuencia”. En el caso de las personas que acudan a las playas, se prohibirá el uso de altavoces en las playas de la ciudad. Además, en relación a las actividades o eventos deportivos en el arenal, éstas deberán contar con autorización e informe previo del servicio de Contaminación Acústica. Desde el verano de 2023, los bañistas de las diferentes playas de la ciudad de Valencia tendrán prohibido poner música en la arena, práctica muy habitual con aparatos tales como radios, altavoces, etc. Sin embargo, sí que sonará la música de los chiringuitos que dispongan de la autorización pertinente.
Fuente texto e imagen: valenciabonita.es
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