La crisis económica ha traído algunas paradojas. Entre ellas, el que algunos bancos se hayan convertido en morosos de las comunidades de vecinos al expropiar pisos y después no hacerse cargo de las cuotas de la comunidad. Los últimos datos disponibles cuantifican la deuda acumulada por las entidades financieras con las comunidades de vecinos en 3,9 millones de euros en 2016 (4,2 millones en 2015 y 4,4 millones en 2014).
El Observatorio Vasco de la Vivienda (OVV), dependiente del Departamento de Vivienda del Gobierno vasco, destaca que ha disminuido la tasa de morosidad en su conjunto, es decir, la proporción de comunidades de vecinos en las que existen propietarios que no se encuentran al corriente en el pago de sus cuotas. En concreto la tasa correspondiente al estudio de 2016 se cifra en el 25,8% (28,4% en 2015). Así, la deuda total acumulada en las comunidades de propietarios de la comunidad autónoma experimenta una nueva caída situándose en 34 millones de euros en el último ejercicio contable (de los que 3,9 corresponden a bancos), frente a los 41 millones y 73 millones de los dos años precedentes. Ambos indicadores apuntan a “una mejora en la situación económica de los hogares, así como al buen funcionamiento del procedimiento judicial monitorio para el cobro efectivo de las deudas”, según los autores del trabajo.
En un contexto económico difícil, las familias han conseguido reducir significativamente su morosidad ante las comunidades de propietarios. Sin embargo, los bancos no han puesto el mismo empeño. “Cabría esperar una reducción equiparable de la morosidad procedente de las entidades financieras”, apunta el Observatorio, “puesto que sus retrasos en los pagos obligan en muchas ocasiones a realizar adelantos al resto de propietarios”.
Para conseguir reducir esta morosidad bancaria sería necesario que los bancos realizaran los pagos a las comunidades en los mismos plazos que el resto de propietarios. Hay que tener en cuenta, que los impagos de las entidades bancarias son consecuencia de su forma de operar, a diferencia de las familias, en las que su situación económica es la causa fundamental para contraer deudas con la comunidad.
La negativa a pagar por parte de las entidades financieras es un comportamiento ampliamente generalizado y obliga a las comunidades de vecinos a exigir sus derechos a través del procedimiento judicial, un extremo que no se contempla, en muchas ocasiones, ni con los morosos más recalcitrantes, ya que, suelen pagar antes de llegar a los juzgados. En algunos casos, los bancos aducen que las deudas eran anteriores al desahucio y, por lo tanto no le corresponde pagarlas. Pero según los expertos, el banco debe pagar las cuotas desde que el inmueble es suyo y asumir cualquier deuda anterior (incluidas las de la comunidad) si es que existen.
Fuente: eldiario.es / Autor: Eduardo Azumendi / Imagen: «Diseñado por Asierromero / Freepik»
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