Un estudio de la Policía Local desvela que desde el estado de alarma se han duplicado los conflictos al pasar de 673 casos en el mismo trimestre de 2019 a 1.229
El estado de alarma y el mayor confinamiento de la población en sus casas ha disparado los conflictos entre vecinos del barrio o incluso de la misma comunidad de propietarios. Una música puesta en el balcón al volumen comparable de una discoteca, saltos de gimnasia en un comedor que transmiten las vibraciones a la casa inferior del vecino o los balonazos que lanzan algunos niños en el pasillo de casa se han convertido en una pesadilla y en problemas de convivencia. Y es que se ha registrado una relación directa entre el mayor número de horas de permanencia en los hogares y los conflictos, una situación que se repite en toda la geografía española. Bajando al plano más próximo, cabe destacar que por ejemplo en Valencia prácticamente se ha llegado a duplicar el número de problemas entre residentes. En un estudio que ha realizado la Policía Local de Valencia desde el inicio del confinamiento, concretamente desde que se declaró el estado de alarma el 14 de marzo y hasta esta pasada semana, y comparándolo con el mismo trimestre de 2019, se ha podido observar que el incremento ha sido del 82%. Y es que si bien el pasado año, durante estos mismos meses, los casos en los que se dio aviso a la Policía por problemas con los vecinos fueron 673, ahora la cifra ya alcanza los 1.229 y todavía no ha terminado el mes de mayo.
Motivos de las molestias
En la mayoría de los conflictos está detrás el exceso de ruido. Una de las molestias que más se repite es el elevado sonido de la música. Durante los primeros meses del confinamiento muchos vecinos han tratado de aliviar la reclusión con una música que sonaba puntualmente a las 20 horas y, de hecho, canciones como ‘Resistiré’ se han convertido en un símbolo de la pandemia, pero el inconveniente se produce cuando algunos ya actúan como discjockeys y ponen canciones a gran volumen y de forma ininterrumpida hasta durante la hora de la siesta. En este periodo mucha gente también se ha ‘enganchado’ a ver series televisivas, el problema, según explica Antonio Berlanga, inspector del servicio de Mediación de la Policía Local de Valencia, «es cuando se ponen a ver la serie con los altavoces y el sonido envolvente y se oye en toda la finca». Estas molestias también se traducen en niños jugando a deshoras; personas que dan saltos dentro de casa sin recordar que bajo también viven y los que hacen arreglos en casa con martillo en mano a cualquier hora. Además, ahora que se permite la reunión de no más de diez personas, también se han sumado a las molestias la cenas que se preparan en los balcones o áticos, como si se tratase de la terraza de un bar, y donde las risas y conversaciones se prolongan hasta la madrugada.
Aumento por distritos
La Policía Local incluso tiene detallados los datos por distritos. Las dos zonas donde más casos se han registrado desde marzo hasta ahora son Jesús y Quatre Carrerres. Así, por ejemplo, en Jesús, en el mismo trimestre de 2019, los avisos que recibió la Policía fueron 35, mientras que durante la pandemia ya han alcanzado los 117. En Quatre Carreres han pasado de 47 a 115. Hay distritos donde las cifras no son tan altas, pero sí se han triplicado los avisos, como Campanar, que pasa de 15 a 45 y Extramurs, que crece de 22 a 63. Entre los que duplican el problema se encuentran Algirós (de 30 a 64 casos); Benimaclet (de 22 a 45); Olivereta (de 40 a 82) o Patraix (de 36 a 73). En la zona de Camins al Grau se ha pasado de 42 a 85 casos; en Ciutat Vella de 45 a 61; en Pla del Reial de 30 a 43; en Zaidía sube de 41 a 76; en el Ensanche pasa de 43 a 56; en Poblados Marítimos se incrementa de 62 a 82 y en Rascanya de 58 a 98. En zonas con menos concentración de población, como Poblats al Sud, casi se mantiene ya que sube de 18 a 20 casos.
Nueva guía de convivencia y mediación policial on line
La Policía Local tiene listo un plan de ‘desescalada’ para los conflictos vecinales. La concejalía de Protección Ciudadana que dirige el edil Aarón Cano va a difundir una guía de convivencia «porque no vamos a dejar a nadie atrás para que esta crisis sanitaria no sea social. Creemos en la prevención y apostamos por una Policía asistencial y mediadora», indica Cano. Asegura que el objetivo es diluir los conflictos y actuar para que no se enquisten. Además de la guía prevención, en junio se habilitará un correo electrónico para mediar de forma on line «a través de videoconferencias, contactando con las dos partes. Se encargará la Policía de proximidad, con mediadores registrados y se hará un seguimiento de los acuerdos», indica el inspector Antonio Berlanga. Y añade que «los acuerdos firmados, una vez elevados a escritura pública por las partes si así lo desean, tiene el mismo valor que una sentencia de un juez o un laudo arbitral». La concejalía que dirige Aarón Cano, además, está formando a otra promoción de 52 agentes mediadores.
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