Madrid es, junto con Cataluña, País Vasco y Aragón, la comunidad que cuenta con el parque edificado más antiguo y que, en consecuencia, ha dedicado más esfuerzos a su rehabilitación. Ésta es una de las conclusiones del último informe realizado por el Grupo de Trabajo sobre Rehabilitación (GTR), coordinado por la Fundación Conama y Green Building Council España.
Este estudio pionero, desarrollado por los arquitectos Albert Cuchí e Ignacio de la Puerta en los dos últimos años, analiza la situación del sector de la rehabilitación en 16 de las 17 Comunidades Autónomas (a excepción de Murcia, que no participó por «problemas estructurales de organización», según sus coautores), lo que representa el 96,86% del total de la población que ocupan el 97,53% de las viviendas anteriores a 1980, año a partir del cual resultan obligatorias las primeras medidas de aislamiento térmico en los edificios.
Este informe señala que más del 54% de los inmuebles construidos en España son anteriores a 1980, siendo los parques residenciales del País Vasco (con el 68,79% anterior a 1980), Cataluña (61,79%), Aragón (58,42%) y Madrid (58,22%) donde se concentra un mayor número de viviendas antiguas. En el otro extremo se encuentran Murcia, con tan sólo el 42,25% de parque anterior a 1980, y Canarias, con el 46,93%.
Analizando los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), este diagnóstico de la rehabilitación constata además que el 16,21% del total de los edificios levantados con anterioridad a esa fecha, se encuentran en mal estado, siendo a su vez inaccesibles en el 78,90% de los casos.
Líneas de actuación
A partir de este escenario, el Grupo GTR analiza las líneas de actuación para rehabilitar este parque existente, con objetivos y plazos, llevadas a cabo por las distintas comunidades en los años comprendidos entre 2009 y 2013. Y es aquí donde, a tenor del informe, sorprende que, «aunque la mitad de las comunidades declaran disponer de una planificación autonómica relacionada con la mejora de las condiciones de la edificación residencial, tan sólo se ha podido constatar la existencia de la Estrategia de Cataluña para la Rehabilitación Energética de Edificios, como documento integral de planificación a corto, medio y largo plazo, y con objetivos cuantificados», explica Cuchí.
Pese a que las intervenciones a corto plazo (por ejemplo, 2020) en todas las comunidades podrían significar la oportunidad de mejora del 56,59% de los edificios anteriores a 1980, lo cierto es que «sólo ha supuesto la intervención en el 1,79% del parque», expone el estudio. No menos alentador es el panorama a medio (2030) y largo plazo (2050), que únicamente prevé la intervención en el 0,02% y 0,03% respectivamente de los edificios residenciales.
Estos objetivos no son suficientes para llegar al cumplimiento de las exigencias de la Directiva Europea 27/2012, ni para validar la Estrategia Nacional, cuya obligada revisión está prevista en 2017, dice el estudio. Falla el sistema organizativo y competencial. Para el GTR, «las políticas de rehabilitación se apoyan aún sobre un modelo tradicional de gestión de los recursos, con ausencia casi absoluta de estrategia global».
Cada región, un mundo
El desarrollo de las distintas políticas de rehabilitación de las comunidades también ha permitido determinar la inversión media realizada tanto por habitante como por vivienda y edificio. Este análisis cuantitativo global cifra en 10.258,57 euros y 124.940,40 euros el esfuerzo medio realizado por vivienda y edificio, respectivamente, en el periodo 2009-2013. La ratio correspondiente a la inversión equivalente por habitante es de 487,18 euros.
Con todo, apunta este informe, la inversión media en las intervenciones que se realizan en las comunidades autónomas no es homogénea. Así, mientras que Galicia y Madrid tienen inversiones de más de 22.000 euros por cada vivienda, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana o La Rioja destinan 5.000 euros.
Valores medios, no obstante, que no implican que las inversiones públicas (fundamentalmente, subvenciones concedidas) vayan en la misma proporción. Cataluña, con 248 millones de euros para la intervención en 133.000 viviendas correspondientes a 13.330 edificios, es la comunidad que destina mayor esfuerzo económico. Le sigue a gran distancia Madrid, con 165 millones de euros para rehabilitar 420 edificios. El informe pone especial atención al País Vasco, que con 90 millones de euros públicos ha intervenido en 85.300 viviendas de 8.530 edificios.
La financiación es, tras la situación económica y la falta de concienciación de los usuarios, la principal barrera común que identifican las 16 comunidades encuestadas. Y, sin embargo, «llama la atención que, en la mayoría de los casos, las comunidades no se han planteado ni tienen previsto desarrollar alguna medida, instrumento o mecanismo vinculado a la fiscalidad que favorezca el impulso de la actividad del sector de la rehabilitación«, se lamenta De la Puerta, coautor de este informe y ex director General de Vivienda del Gobierno Vasco.
Fuente: elmundo.es
Autor: Juanjo Bueno
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