La derrama que finalmente se tuvo que aprobar para hacer frente a los gastos de reparación de la cubierta y el incremento de vecinos morosos han hecho mella en la comunidad. Y de qué manera. Sólo queda un pequeño colchón económico que algunos propietarios quieren utilizar ante posibles situaciones de ausencia de liquidez por impagos. Paquita, que ha encarado el año con optimismo, cree que la situación económica de los vecinos mejorará y que la comunidad no entrará en números rojos. «¡Sería paradójico que podamos llegar a la bancarrota cuando algunos propietarios -léase el banco que tiene un piso vacío- retrasan cuanto pueden el pago de la comunidad!», dijo con ironía. «Es verdad que la comunidad dispone de un fondo de reserva, pero no puede ser destinado para cualquier fin…», intentó aclarar Gregorio, el administrador, antes de ser interrumpido por Mariano, el presidente: «Pero… ¿es obligatorio tener esa hucha? Porque si no es así podemos sacar el dinero y pagar la luz de la escalera, ¡que está por las nubes!». «Aunque muchos propietarios lo desconocen, la ley obliga a que las comunidades dispongan de un fondo de reserva que en ningún caso podrá ser inferior al 5% del presupuesto ordinario de cada año», respondió Gregorio. «Ahora bien, también es cierto, como intentaba comentar antes, que sólo puede utilizarse para poder hacer frente a las obras de conservación y reparación de la finca, tanto de naturaleza ordinaria (mantenimiento de antenas, limpieza de garaje, desinfección de jardines…) como extraordinaria (reparación de tejado o fachada, sustitución de cuadros de luz…). «Asimismo», continúo Gregorio, «este fondo se puede utilizar para costear un seguro que cubra el mantenimiento del inmueble o posibles daños causados en sus elementos comunes, pero no puede usarse para pagar suministros básicos, como es la luz, dado que va dentro de la cuota que paga cada vecino», recalcó. Paquita, que no se quedó mucho con la copla, volvió a insistir: «Entonces tenemos una pequeña cuenta de ahorros de la que todos los propietarios somos titulares, pero que no podemos utilizar a nuestro antojo, ¿es así?». «Más o menos», asintió el administrador: «En realidad, el titular de este fondo es la propia comunidad, por lo que si algún propietario vende su vivienda no podrá reclamar la devolución de la cuantía aportada al mismo, siempre y cuando todavía no haya sido utilizado para los fines comentados». «Ahorrar no es sólo guardar sino saber gastar», remató Paquita, mirando a sus vecinos. Autor: elmundo.es / Ilustración: Luis Parejo
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