Han pasado más de 20 años desde que el proyecto cobró vida pero la cicatriz que dejó la ZAL del Puerto de Valencia en La Punta y Nazaret sigue todavía latente. Y más desde que el Tribunal Supremo tumbó el Plan Especial que autorizaba la ampliación de las instalaciones portuarias sobre casi 700.000 metros cuadrados entonces ocupados por huerta. El fallo ha devuelto el debate a las administraciones implicadas (Ayuntamiento, Generalitat, Gobierno y Puerto) aunque con unos actores completamente diferentes a los que a finales de los 90 dieron el visto bueno a las actuaciones. Ahora son PSPV, Compromís y Podemos, muy críticos con el desarrollo portuario y el proceso de expropiación empleado en la construcción de la ZAL y que en su momento defendieron incluso la reversión de los terrenos, los que deben decidir qué hacer con unos terrenos que se antojan cruciales para el futuro del Puerto.

El Puerto, de la mano de su presidente, Aurelio Martínez, y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, han iniciado las negociaciones para buscar un consenso con respecto a la ZAL. Martínez ha insistido en que el proyecto es vital para el futuro del Puerto y el primer edil ha mostrado su intención de dialogar e incluso ha aceptado públicamente que la reversión de la mayor parte del suelo a los antiguos propietarios es imposible. Sin embargo, confía en poder ‘rescatar’ para la ciudad al menos los terrenos que se encuentran al otro lado de la carretera. Es decir, que el Puerto usara los más próximos al mar hasta la autovía de El Saler y devolviera a su antigua actividad agrícola los ubicados más allá de la autovía.

Esta posición habría conseguido un cierto acomodo entre los, a priori, más reacios a renunciar a la huerta, València en Comú, la marca de Podemos en el Ayuntamiento. Su portavoz y segundo teniente de alcalde, Jordi Peris, explicó a este periódico que no ven con malos ojos la opción desgranada por el alcalde. De hecho, aunque criticó duramente la construcción de la ZAL, también aceptó que es prácticamente imposible devolver el terreno a su antiguo uso. Al menos en su mayor parte. Peris insistió en que ya se han iniciado conversaciones y que una posible solución intermedia pasaría por la entrega por parte del Puerto de unos terrenos ubicados en la ZAL para huertos. «En cualquier caso, nos encontramos en una fase muy inicial y es prematuro hablar de soluciones. Hay que examinar todo al detalle», explicó el portavoz de València en Comú.

Podemos, sin embargo, podría distanciarse de esta línea de consenso, apuntan algunas fuentes consultadas, a tenor del pasado de su portavoz en las Cortes, Antonio Montiel, muy combativo durante su etapa como abogado de los afectados. No obstante, no ha hecho expresa oposición al acuerdo.

El consenso es necesario para que fragüe un nuevo plan y el Puerto pueda iniciar la actividad en la ZAL, ya que es el consistorio el que debe desarrollar la tramitación urbanística. Vicent Sarrià, concejal de Urbanismo, aseguró que el asunto de la ZAL está ya sobre la mesa aunque no se han dado pasos significativos al respecto. «Sí estaba incluido como punto del día en la pasada comisión mixta Puerto-Ciudad pero no se abordó en profundidad. Hay que resolver también el encuentro del puerto con Nazaret, otro asunto vital para el barrio», expuso.

Pese a que los actores parecen dispuestos al diálogo, otras fuentes consideraron prácticamente inviable otra solución que no pase por que la ZAL al completo se desarrolle debido al impacto económico que supondría una reversión. En lo que sí va a trabajar el Ayuntamiento es en arrancar un acuerdo a la Autoridad Portuaria para que instale en el límite con la ciudad empresas tecnológicas que permitan generar empleo para la zona. Es decir, cambiar la fisonomía de la ZAL en su encuentro con la trama urbana y que no sea únicamente una base de contenedores.

Fuente: elmundo.es
Autor: C. Toledo